Sinopsis

En estos nuevos episodios se profundiza en la sorprendente y excéntrica relación maternofilial que mantienen los doce protagonistas del programa. Aparecen por primera vez cuatro dúos que impactan con sus excentricidades, mientras que las dos parejas que repiten esta temporada se enfrentan a nuevos retos.

Los nuevos rostros:

– Catherine y Gabriella. Como si fueran dos versiones de la misma persona, este dúo tiene los mismos rasgos, se viste con la misma ropa y comparte un sueño. A finales de los 80, Catherine se proclamó como Miss Connecticut. Desde entonces, ha estado entrenando a Gabriella para convertirse en la primera pareja madre-hija que consigue alzarse con el título. Con el certamen a pocas semanas, su estrecho vínculo y la presión harán estallar su complicada relación.

– Eva y Sunnie. Su interés compartido por la estética hace que, además de contarse todas sus experiencias vitales, compartan también su vida laboral. Con una relación tan cercana, el hecho de que Sunnie quiera contraer matrimonio va a traer problemas a la pareja.

– Sky y Skylar. Desde el nombre hasta la apariencia, madre e hija se parecen y lo comparten todo, hasta la profesión. Como cantante y bailarina, a Sky se le iluminaron los ojos cuando su hija le dijo que también quería dedicarse a la música. Sin embargo, que su madre controle todos los aspectos de su carrera no es tan positivo como Skylar esperaba.

– India y Trevor. Es del dúo más original de ¡Menuda es mi madre!, porque se trata precisamente de una relación entre una suegra y su yerno. Conjuntan la ropa, comen de la boca del otro, se limpian las orejas mutuamente e incluso India ha pedido un molde de la dentadura de Trevor para tener la misma sonrisa. Todo esto desespera a DeLeesa, la hija de India y mujer de Trevor, que, con un bebé en camino, necesita que esta relación tan intensa se acabe.

Y los ya conocidos:

– Kathy y Cristina. Viven a unos metros de distancia y están constantemente en contacto. En esta nueva temporada, Kathy ya va a cumplir los 65 y ve el final más cerca que nunca. Por ello, quiere celebrar su cumpleaños de una forma muy especial: en un tanatorio. En un primer momento, a Cristina le parece extraño, pero, cuando su madre le habla sobre un diagnóstico que le ha comunicado el médico, entiende las intenciones de su madre.

– Mary y Brittani. Duermen en la misma cama, nunca se pierden la cena juntas y comparten detalles hasta de su vida sexual. No obstante, aparece un nuevo novio para Brittani que no convence a su madre, que necesita decírselo a su hija sin que se rebele contra ella.